martes, 16 de febrero de 2010

Algo huele a podrido en... Noruega (I).

El jueves 8 de enero de 2009, la Operación Plomo Fundido estaba en marcha en Oriente Próximo. El mundo fue testigo no sólo de determinados eventos ("determinados" en el sentido de que los medios pro-palestinos dieron preferencia a la información que les convenía), sino de manifestaciones pro-palestinas y, en menor medida, pro-israelíes. Y el día citado, una manifestación pro-palestina y otra pro-israelí tuvieron lugar en Oslo, la capital de la bella y fría Noruega.
Una de las personas que acudieron a la manifestación pro-palestina a las 19:00 horas, tan sólo dos horas después de una serie de disturbios provocados por manifestantes contrarios a Israel, fue Kristin Halvorsen, por aquel entonces Ministra de Finanzas y actualmente Ministra de Educación e Investigación por el Sosialistisk Venstreparti (Partido de la Izquierda Socialista) noruego; partido éste que ella dirige desde 1997. ¿Y qué se vio en aquella manifestación? Esto. Se trata de una fotografía en la que Halvorsen se encuentra entre una multitud de personas, una de las cuales porta un cartel en el que se lee: "EL MAYOR EJE DEL MAL USA E ISRAEL". Un servidor podría rebatir semejante cita mediante datos fehacientes, pero dejémoslo pasar, pues aquel día se expresaron (y se hicieron) cosas peores.
Teóricamente la marcha en la que participaba Halvorsen pretendía la coexistencia inter-religiosa y la paz, así como el fin de la guerra en la Franja de Gaza, y de hecho fue "un evento digno y pacífico", según un comunicado del Partido de la Izquierda Socialista, que además negó que cualquier acto de violencia o expresión incitadora a la misma tuviera lugar. Pero otras fuentes señalan que durante la manifestación en la que Halvorsen tomó parte sí se procedió a esa incitación, con gritos como "Matad a los judíos."
Así por ejemplo, el periodista Noman Mubashir escribió en el diario Aftenposten que el comportamiento de los manifestantes era manifiestamente agresivo, incluso violento, y que a la larga provocaría problemas. Incluso hicieron pintadas en las que se leía: "Abajo con Israel. Muerte a los sionistas." Terminaría Mubashir hablando con uno de los chicos que se manifestaban, quien diría: "Haré algo después. Sólo espera." "Vamos, vayamos a la embajada israelí", se diría también. Mubashir llegó a preguntarse si entre aquella muchedumbre no se encontrarían algunos de los causantes de los disturbios ocurridos a partir de las 17:00 horas.
El activista antisemita Muhammed Ali Chisti diría más tarde que en las demostraciones pro-palestinas de aquel 8 de enero "había más de 200 personas gritando lo mismo", lo cual es indicativo de que aquella algarabía de odio antisemita no fue en absoluto algo aislado.
Dos judíos, Anne Sender y el rabino Joav Melchior, escucharon cosas como las que siguen en aquella, según se ha pretendido, marcha por la paz: "Israel carnicero, matad a los judíos, id y cogedlos." "Maldito judío, vete", le increparían a Melchior, quien llevaba una kippah. "Elegí irme tranquilamente, me puso muy triste."
También hubo una manifestación pro-israelí en Oslo aquel día. Ésta, a diferencia de la anteriormente descrita, sí fue pacífica. Quienes no fueron pacíficos fueron aquellos que se congregaron para increparlos, con eslóganes como "HAYBER HAYBER YA yehud". Es una referencia clara al lugar en el que supuestamente tres tribus de nómadas judíos fueron masacradas. También se vieron banderas de la milicia chií libanesa Hezbollah, un grupo terrorista, y se gritó que Israel era un Estado terrorista y que los judíos tenían que morir. Y de ahí se pasó a las agresiones físicas, con puñetazos, patadas y golpes, así como lanzamientos de huevos, botellas, piedras y cohetes. Los manifestantes pro-israelíes tuvieron que dispersarse, y durante horas, por la noche, los antidisturbios se enfrentaron a manifestantes anti-israelíes violentos, siendo la legación diplomática hebrea objeto de un intento de asalto.
Imágenes de los disturbios se pueden observar aquí, aquí y aquí. En el comunicado arriba citado del Partido de la Izquierda Socialista, se desvinculó la marcha a la que acudió la Ministra Halvorsen de los disturbios, las amenazas y la violencia, algo inverosímil en virtud de los testimonios arriba relatados.
El caso es que hace no mucho entré en contacto con los administradores del magnífico blog noruego Norway, Israel and the jews. Anti-semitism and the anti-Israel lobby in Norway, y se me urgió a hablar de un libro. Este libro se titula Los Disturbios Anti-Judíos en Oslo, y su autor es Eirik Eiglad, un activista noruego de izquierdas que dirige Comunalismo. Revista Internacional para una Sociedad Racional. La descripción que del libro se da en amazon es la siguiente:
"En un fin de semana en enero de 2009, Oslo fue sacudida: Protestas masivas contra la guerra en Gaza degeneraron en los más violentos disturbios que Noruega haya visto en tres décadas. A pesar de la atención masiva de los medios, pocos parecen haber comprendido el significado real de los eventos. ¿Cuáles fueron sus mensajes políticos? ¿Cómo respondió la Izquierda a las protestas y a los continuos disturbios? ¿En qué medida cayeron los disturbios en viejos patrones de odio antisemita? Los Disturbios Anti-Judíos en Oslo es una narrativa personal de los eventos, como un activista antifascista noruego los experimentó. Este libro es un debe-leerse; tanto como un recordatorio como una advertencia."
Precisamente lo que resulta llamativo es que sea un activista de la izquierda noruega quien lo haya escrito, habida cuenta de la actitud por ella mostrada, tal y como podrá observar cualquiera que se preste a leer regularmente el blog noruego arriba enlazado.