miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sabiduría.

Aquí, con fecha martes 13 de enero de 2009, mientras la guerra corroía una vez más a Oriente Próximo, Maital Guttman dio un magnífico ejemplo de sabiduría. Explicó todo lo que hubiera debido explicarse aquí en España sobre la guerra en Gaza de hace ahora casi un año y que sin embargo no se explicó. Se nos ofreció la historia de tal modo que la mayor parte de la gente no se hizo preguntas, como en qué circunstancias vivían muchos israelíes bajo el constante acoso de los cohetes de Hamas. O cuáles son las libertades de los gazadíes bajo el dominio de esta organización terrorista. Como tampoco se prestó especial atención a la ayuda humanitaria que Israel enviaba o permitía enviar a la Franja de Gaza.
No se trata, como afirma esta documentalista independiente israelí residente en Los Ángeles, de echarle más leña al fuego; ni de simplificar el conflicto israelo-palestino reduciéndolo a una guerra entre buenos y malos; ni de negar el sufrimiento de ninguno de los dos pueblos implicados. Se trata, simplemente, de poner los puntos sobre las íes.
El artículo de Maital lleva por título Los Comentarios Incendiarios Avivan las Llamas (Inflammatory Comments Fuel the Fire), y ahora lo traduzco del inglés al español lo más fielmente posible:


"Con mi familia viviendo en Israel y dos primos sirviendo actualmente en el ejército israelí, he estado analizando la situación cuidadosamente. Es desgarrador. Es trágico. Gente inocente está sufriendo en ambos lados. Pero ahora no es el momento de hacer observaciones incendiarias. Ahora no es el momento de lanzar despiadadamente por ahí palabras como 'genocidio'. Ahora no es el momento de apuntar con el dedo a un único bando, sin tomar un punto de vista crítico a lo que están haciendo ambos bandos. Tengo miedo de que esto sólo le eche más leña al fuego, en un momento en el que todos deberíamos ser autocríticos, examinar los hechos sobre el terreno, y llamar a ambos bandos al final de la violencia. Al final del día, creo que el pueblo palestino es el que más está sufriendo, pero la culpa no se le puede echar solamente a Israel, sino también a los líderes de Hamas.

En 2005, mi primo israelí y unos amigos participaron en una manifestación por la paz que llamó a la retirada de Gaza. Los israelíes creyeron que el pueblo palestino tiene derecho a gobernarse a sí mismo. Era un tiempo de esperanza, y era el principio del fin de la ocupación. Un año más tarde, mi primo estaba en el ejército, y estaba echando a su propia gente israelí de sus hogares en Gaza. La esperanza era la de que este sería el primer paso hacia la paz.

Tristemente, esto no ocurrió. Recuerdo el shock y la consternación que los israelíes sintieron cuando los gazadíes votaron a Hamas para que ocupara el poder. En julio de 2006, los líderes de Hamas emitieron estas declaraciones: 'La aniquilación de los judíos aquí en Palestina es una de las más espléndidas bendiciones para Palestina. Esto será seguido por una gran bendición, alabado sea Alá, con el establecimiento de un Califato que gobernará la tierra y será grato para los hombres y Dios.'

Contrastad esto con la declaración hecha recientemente por la Ministra de Exteriores de Israel: 'Mientras nos enfrentamos a Hamas, Israel continúa creyendo en una solución de dos estados y se mantiene adherido a las negociaciones con la legítima Autoridad Palestina en el contexto del proceso de paz.'

¿Los líderes de quién, entonces, están aparentemente llamando al genocidio?

Desde que tomó el poder, Hamas ha estado empeorando la situación del pueblo palestino. Cientos de palestinos han sido asesinados por prójimos palestinos. En 2007, al menos 344 palestinos han sido asesinados por su propia gente. Una se pregunta ¿por qué la vida de un palestino vale más cuando es tomada por un soldado israelí? ¿Por qué no hay rabia cuando Hamas llama al público para servir como escudos humanos para los terroristas como hicieron más pronto este año?

Desde la retirada israelí en 2005, unos 6.500 cohetes han sido disparados sobre Israel, sobre todo a la cercana Sderot. Los niños se acostumbraron a escuchar la alarma y tener 15 segundos para correr a un refugio. Si terroristas mexicanos (o peor aún, el gobierno mexicano) disparara una media de 40 cohetes sobre San Diego diariamente, ¿no tendrían los EE.UU. el derecho y la responsabilidad de proteger a su pueblo? Lo mismo es verdad para Israel, que ha intentado negociar y ha esperado por más de dos años. Pero Hamas terminó el alto el fuego y ahora también está adquiriendo cohetes más potentes que llegan más lejos dentro de Israel. Israel no tenía otra opción excepto la de responder. Todo país tiene el derecho y la obligación de proteger a su pueblo.

Dicho esto, estoy muy triste por el número de palestinos inocentes muertos. Os puedo asegurar que lo último que Israel quiere es enviar a sus jóvenes soldados por un camino peligroso, a no ser que sea absolutamente necesario. Puedo aseguraros que esto no está pensado para ser un ataque sobre los palestinos, sino sobre la organización terrorista que es Hamas. Se permite que ayuda humanitaria, comida y ambulancias entren en Gaza, y yo considero mi responsabilidad como israelí y como judía hacer a Israel responsable, y para asegurar que hace todo lo que puede para evitar una crisis humanitaria.

Para ser honesta, no estoy segura de cuál será el resultado de la guerra. Temo que en un intento de quitar de en medio una infraestructura terrorista que dispara cohetes sobre Israel, la destrucción, el trauma y la pérdida de vidas sólo alimentarán más el odio. Estoy especialmente preocupada por los niños palestinos cuyo trauma temo que los guiará hacia el extremismo.

Al final, creo que el ciudadano medio en ambos lados desea la paz. Debo creer esto para ser igual. Sueño con el día en que nuestros pueblos puedan estar juntos, practicar el deporte, viajar al país del otro, y tener dos estados viviendo pacíficamente lado a lado. No creo que esto pueda ocurrir sin unos líderes valientes que miren hacia delante, deseosos de hacer lo que quizá sea impopular para el ideal de la paz. Rezo por el pueblo palestino y por mi propio pueblo en Israel, y nos reto a todos nosotros a hacer lo que podamos para apagar las llamas del desentendimiento y el odio, más que para avivarlas.

Es muy fácil culpar a un bando o a otro, y sé que nuestras comunidades y familias quizás lo hacen muy fácilmente, pero somos una generación que cree que podemos marcar la diferencia, que ha viajado y ha sido capaz de ver la vida desde la perspectiva de otros, y que todavía se mantiene en los ideales según los cuales quizás un día todos nos sentemos juntos y en paz. Inshallah. Shalom."