La Organización de las Naciones Unidas comprende 192 Estados soberanos con igual representación en la Asamblea General. De todos ellos, los siguientes no reconocen a día de hoy el derecho de Israel a existir: Afganistán, Argelia, Bahréin, Bangladesh, Chad, Cuba, Indonesia, Irán, Irak, Corea del Norte, Kuwait, Líbano, Libia, Malasia, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Sudán, Siria, los Emiratos Árabes Unidos y Yemen.
Además, otros países no mantienen lazos diplomáticos con Israel por haberlos cortado, o sólo reconocen al Estado judío parcialmente. Entre esas naciones están Bolivia, Venezuela, Yibuti y Mauricio.
De entre los países arriba referidos, los siguientes votaron en contra de la Resolución 181 de la Asamblea General, negando así el derecho de Israel a existir, ya antes de la independencia del Estado hebreo: Afganistán, Cuba, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Arabia Saudí, Siria y Yemen. También hicieron lo propio Egipto, Grecia, India y Turquía, aunque estos países terminaron por reconocer al Estado judío.
Libia y Turquía son miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
Asimismo, en el Consejo de Derechos Humanos están presentes, de entre los países que votaron en contra del Plan de Partición, los siguientes: en primer lugar, Bahréin, Bangladesh, Cuba, Indonesia, Malasia, Pakistán, Qatar y Arabia Saudí, que a día de hoy no reconocen el derecho de Israel a existir; y en segundo lugar, Egipto e India, que han terminado por reconocer al Estado hebreo. Están presentes, además, Bolivia, Yibuti y Mauricio, que han cortado sus relaciones con Israel o sólo reconocen al Estado judío parcialmente.
Y aquí hablamos de los actuales miembros de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos; luego aún habría que hablar de miembros pasados y futuros.
La Resolución 60/251 de la Asamblea General fue la que sirvió para crear el Consejo de Derechos Humanos en 2006. Aquí se puede consultar esta Resolución en español, en la que se sientan, entre otros, los siguientes 6 principios:
i) Artículo 2: protección justa y equitativa de los derechos de todas las personas, sin hacer distinciones de ninguna clase.
ii) Artículo 3: deber de atender a las situaciones en las que se vulneren los derechos humanos en orden de realizar recomendaciones al respecto.
iii) Artículo 4: universalidad, imparcialidad y no selectividad, diálogo constructivo y cooperación internacional, a fin de impulsar los derechos humanos.
iv) Artículo 5, letra f): prevención de las violaciones de los derechos humanos y pronta respuesta a situaciones de emergencia en las que los derechos humanos estén en peligro.
v) Artículo 8: deber, por parte de los Estados miembros de la O.N.U., de examinar la contribución a la promoción y la protección de los derechos humanos por parte de los Estados candidatos a formar parte del Consejo.
vi) Artículo 9: aplicación, por parte de los Estados miembros del Consejo, de las más estrictas normas de promoción y protección de los derechos humanos.
A continuación presento una lista de conflictos recientes, o bien conflictos aún abiertos o cuyas consecuencias todavía repercuten sobre la población:
* La Segunda Guerra del Congo, librada entre 1998 y 2003, provocó 3.900.000 víctimas mortales, pero sus consecuencias y las luchas derivadas que aún se libran continúan diezmando a la población, elevando el número de muertos a día de hoy a 5.400.000 personas.
* La violencia inter-étnica en Darfur, que aún continúa, ha costado unas 300.000 víctimas mortales desde 2003.
* La Guerra de Irak, en activo desde 2003, ha costado más de 100.000 muertos.
* La Guerra Civil somalí, en activo desde 1991, ha costado 300.000 muertos.
* El conflicto israelo-palestino ha costado, en los últimos 20 años, 1.483 vidas israelíes y 7.398 vidas palestinas; asimismo, la Segunda Guerra del Líbano, en 2006, provocó más de 1.000 víctimas mortales.
Está claro que el conflicto árabe-israelí es un conflicto trágico, pero comparativamente, el número de víctimas mortales que provoca es escaso en comparación con otros conflictos armados. Sin embargo, el Consejo de Derechos Humanos de la O.N.U. parece tener otra opinión. Y es que entre 2006 y 2009 procedió a reunirse en sesión extraordinaria 12 veces, siendo Israel el protagonista de las sesiones especiales 2ª., 3ª., 6ª., 9ª. y 12ª., mientras que la violencia inter-étnica en Darfur sólo motivó la 4ª. y la violencia en la República Democrática del Congo fue la causante de la 8ª. únicamente.
¿Cómo se puede tragar que Israel haya sido objeto de 5 de esas 12 sesiones especiales, mientras que la violencia en Sudán y la violencia en la República Democrática del Congo fueron objeto de una para cada caso? Ello implica que el Consejo se ha traicionado a sí mismo y con esta actitud ha vulnerado los principios arriba señalados con los numerales i), ii), iii) y iv), es decir, que al centrarse más en el Estado judío que en otros, aunque las violaciones de derechos humanos por esos otros Estados sean mayores, ocurre lo siguiente:
i) Se hacen distinciones en función de quiénes son las supuestas víctimas y quiénes son los supuestos verdugos.
ii) No se presta la debida atención a otros conflictos, e incluso se ignoran.
iii) No se aplican la universalidad, la imparcialidad y la no selectividad, no existen el diálogo constructivo ni la cooperación.
iv) No se prevén violaciones de derechos humanos ni se responde con prontitud y urgencia a muchas de ellas.
A ello hay que añadirle que una gran parte de los Estados miembros del Consejo provocan masivas violaciones de los derechos humanos, o bien éstas ocurren en sus territorios, lo cual vulnera los principios arriba señalados con los numerales v) y vi).
Un servidor apunta a las siguientes razones para explicar todo esto:
1.- En el Consejo de Derechos Humanos hallan representación países que no reconocen o no reconocieron en su día a Israel, así como Estados que sólo reconocen parcialmente al Estado judío o que han cortado relaciones con él, como Yemen o Mauricio, respectivamente. Las críticas a Israel desde este Consejo, motivadas políticamente, constituyen un método efectivo para atacar la imagen del Estado judío.
2.- Muchos de los países del Consejo cometen violaciones de los derechos humanos, o bien éstas ocurren en su territorio; buenos ejemplos son Arabia Saudí, Cuba y Zimbabwe. Al centrarse en Israel, estos Estados consiguen desviar la atención del mundo de sus propios problemas internos en materia de derechos humanos.
3.- Muchos de los países hostiles a Israel que hallan representación en la O.N.U. son ricos en recursos, como los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Indonesia y Venezuela, o bien dependen de los recursos de esos mismos países, como es el caso de China. Así, los países ricos en recursos y que a su vez son hostiles a Israel pueden chantajear a los miembros del Consejo que son deficitarios en esos recursos, obligándoles a apoyar decisiones que perjudiquen al Estado judío.