Ya hablé en su día de la analogía entre Israel y el Tercer Reich. Precisamente al tratar el tema mencioné brevemente esa otra analogía preferida por los anti-israelíes: la del apartheid sudafricano. Se trata de la analogía que a continuación procederé a desmitificar.
Con fecha martes 10 de noviembre de 2009, se publicaba este artículo a cargo del diputado socialista por Granada, José Antonio Pérez Tapias, en la página web oficial del Partido Socialista Obrero Español. El artículo también apareció en el blog del diputado en la misma fecha. En el artículo de marras se acusa a Israel de proceder como en su día lo hiciera la República Sudafricana en tiempos del régimen de opresión racial de blancos sobre negros; para ello, hace referencia al "muro" que, según el diputado socialista por Granada, usa Israel con fines de segregación.
Aquí encontraréis una lista de leyes aprobadas en Sudáfrica en tiempos del apartheid, algunas de las cuales cito a continuación, traducidas:
1.- Acta de Prohibición de Matrimonios Mixtos, Acta N.º 55 de 1949: prohibía los matrimonios entre cualquier persona de raza blanca y una persona de otra raza.
Ya lo sé: Israel no es precisamente un país avanzado en materia de matrimonio. Cualquier matrimonio contraído en Israel se debe efectuar mediante el rito religioso corrrespondiente a los contrayentes. Ello implica que si los contrayentes están adscritos a confesiones distintas o a ninguna, no pueden casarse.
Es algo que yo critico. Pero aún así el sistema israelí no tiene absolutamente nada que ver con el de la Sudáfrica del Apartheid, y no sólo porque en el Estado judío existe la posibilidad de la conversión, sino porque una sentencia del Tribunal Supremo de este país emitida en 2006, permite desde entonces que cualquier matrimonio contraído en el extranjero, incluyendo matrimonios mixtos así como homosexuales, por el rito religioso o no, sea considerado legalmente válido en Israel.
Además, un judío ashkenazi (y consecuentemente, blanco) puede casarse con una judía etíope (y consecuentemente, negra).
2.- Acta de Enmienda de la Inmoralidad, Acta N.º 21 de 1950 (enmendada a través del Acta N.º 23 de 1957): prohibía el sexo y otras prácticas similares, de carácter extra-marital, tanto en grado de tentativa como de consumación, entre blancos y negros.
En Israel, el adulterio no es ilegal, ni consumado ni intentado, independientemente de cualquier cuestión de índole étnica, racial o similar.
3.- Acta de Registro de la Población, Acta N.º 30 de 1950: clasificaba a la población según su raza, y establecía una Junta de Clasificación Racial que actuaba en casos disputados.
Dependiendo de la clasificación racial de cada persona, ésta disfrutaba de derechos o carecía de ellos. Algo así sería ilegal en Israel.
4.- Acta de Áreas de Grupo, Acta N.º 41 de 1950: forzó la separación racial mediante la fijación de áreas residenciales dentro de las cuales sólo podían vivir personas adscritas a una determinada raza.
Ello provocó desplazamientos masivos de población (menos de población blanca, claro está) en orden de evitar la presencia de miembros de una raza en el área residencial de otra raza. Ninguna ley israelí le prohíbe a un árabe vivir en un área residencial en la que habiten judíos, ni viceversa. Tampoco se hace nada parecido con judíos de distintos subgrupos, como ashkenazim (blancos) y etíopes (negros).
5.- Acta de Supresión del Comunismo, Acta N.º 44 de 1950: ilegalizó el comunismo en Sudáfrica. La definición de comunismo fue ampliada a cualquier movimiento anti-apartheid. A cualquier activista que entrara en la definición de comunista se le podía prohibir la participación en una organización política y se le podía restringir a una determinada área.
Eso es algo impensable en el Estado hebreo. Allí existe un partido llamado Maki, de ideología comunista e integrado en el Hadash, una alianza de socialistas y comunistas. El Hadash obtuvo, en las elecciones a la Knesset de 2009, 112.130 votos, es decir, un 3,32% del total, lo cual se tradujo en la presencia en la Knesset de 4 de sus miembros (1 más que tras las elecciones anteriores). Éstos son Mohammed Barakeh, Hana Sweid, Dov Khenin y Afu Agbaria. Huelga decir que todos ellos son árabes, excepto Khenin, quien es judío.
Próximamente elaboraré entradas con otras leyes del apartheid sudafricano que son impensables (e ilegales) en Israel.