Mucho se ha hablado (y mucho se hablará) del informe Goldstone, que acusó a Israel (y a Hamas, pero esto suele obviarse) de haber cometido crímenes de guerra durante la Operación Plomo Fundido, entre diciembre de 2008 y enero de 2009.
El pasado noviembre, la Asamblea General de la O.N.U. votó a favor del informe Goldstone por 114 votos a favor contra 18 votos en contra, con 44 abstenciones. Entre los países que votaron a favor del informe, se cuentan los siguientes: Afganistán, Argelia, Bahréin, Bangladesh, Bolivia, Brunei Darussalam, Chad, Comoros, Cuba, Corea del Norte, Guinea, Yibuti, Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Líbano, Libia, Malasia, Mali, Marruecos, Mauricio, Mauritania, Níger, Omán, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Somalia, Sudán, Siria, Túnez, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Yemen.
Después, en febrero, se repitió la votación sobre el citado informe. Esta vez, se votó a favor del mismo por 98 votos a favor contra 7 en contra, con 31 abstenciones. Entre los países que votaron a favor, encontramos los siguientes: Argelia, Bahréin, Bangladesh, Bolivia, Brunei Darussalam, Cuba, Corea del Norte, Yibuti, Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Líbano, Libia, Malasia, Mali, Marruecos, Mauricio, Mauritania, Níger, Omán, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Sudán, Siria, Túnez, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Yemen.
Todos los países que votaron a favor del informe Goldstone en noviembre son los mismos que lo votaron positivamente en febrero, salvo cinco, que en la votación de febrero se absentaron. Y casualmente, ninguno de ellos reconoce a Israel, o ha cortado relaciones con el Estado judío. Pero eso no es todo.
Miroslav Lajčák es el Ministro de Asuntos Exteriores de Eslovaquia, y está de visita en Israel, donde no ha tenido reparos en decir lo siguiente:
"No lo tomen como una posición oficial, pero yo creo que la opinión pública europea ha sido influenciada por el asesinato en Dubái, no precisamente a favor de Israel, y esto ha de haber tenido su aporte en la decisión sobre el cambio de postura de ciertos países."
Y es que hubo una serie de países europeos que en noviembre votaron en contra del informe Goldstone, pero que en febrero decidieron abstenerse, mientras que otros países que se abstuvieron de votar en noviembre votaron a favor del informe en febrero.
Entre los primeros se encuentra Alemania. Uno de los sospechosos de haber matado a al-Mabhuh en Dubái portaba un pasaporte alemán, obtenido fraudulentamente o falsificado, según las autoridades emiratíes.
Entre los segundos se encuentran Austria, Francia y el Reino Unido, todos los cuales se han visto asimismo implicados en la investigación de la muerte de al-Mabhuh. Según las autoridades emiratíes, teléfonos móviles con números de Austria fueron utilizados por los sospechosos, mientras que pasaportes de Francia y el Reino Unido fueron obtenidos fraudulentamente o falsificados para su uso en la operación.
La Unión Europea condenó el uso de pasaportes fraudulentos en la operación, y si bien no citó expresamente a Israel en esta condena, no deja de ser cierto que el areópago transnacional europeo pidió explicaciones al respecto a las autoridades del Estado judío. El descontento de la U.E., según Lajčák, jugó un "papel central" en la decisión de algunos socios comunitarios de cambiar su posición en la Asamblea General de la O.N.U. con respecto al informe Goldstone, pasando de votar en contra a abstenerse, o bien pasando de abstenerse a votar a favor. Eslovaquia, el país del cual Lajčák es Ministro de Asuntos Exteriores, fue uno de los países de la U.E. que hicieron lo primero. Preguntado Lajčák sobre sus declaraciones con respecto a los perjuicios diplomáticos generados entre la U.E. e Israel en relación al caso al-Mabhuh, respondió: "El impacto es bastante grande. Sería un hipócrita si dijera otra cosa."
Después está Australia, que en noviembre votó en contra del informe Goldstone, mientras que en febrero se abstuvo, al igual que Alemania y Eslovaquia, entre otros Estados. La prensa australiana ha dado a entender que el uso de pasaportes australianos fraudulentos por los sospechosos del caso al-Mabhuh fue la causa de este inusual cambio de conducta por parte del que pasa por ser uno de los grandes aliados del Estado hebreo, algo que Stephen Smith, Ministro de Asuntos Exteriores de Australia, ha negado.
Así que ya lo veis. Las votaciones de la O.N.U. en contra de Israel, que tantas veces se le echan en cara al Estado judío por no haberlas cumplido, no tienen absolutamente nada que ver con justicia universal, ni son el resultado de la supuesta veracidad de las acusaciones vertidas sobre Israel, sino que constituyen maniobras diplomáticas cuyo objetivo es atacar políticamente a Israel, bien por parte de países hostiles a su existencia, como Arabia Saudí o Irán, bien por países que se sienten traicionados por él, como Australia o Francia.
Si es que a veces parece que me lo dejan a huevo.
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