Uno de los argumentos favoritos de los anti-israelíes es el de que las autoridades del Estado hebreo obvian la comisión de acciones ilícitas de sus soldados en los territorios ocupados, especialmente durante ofensivas como la Operación Plomo Fundido; consecuentemente, y según estos críticos, Israel no sigue los estándares democráticos.
Pues bien, el caso es que dos soldados de la Brigada Givati del Tzahal están siendo objeto de una investigación interna sobre abusos que supuestamente cometieron contra un niño palestino, consistentes en obligarlo a abrir bolsas, carteras y objetos similares mediando la sospecha de contener explosivos.
Es la segunda investigación militar israelí sobre acciones ilícitas cometidas en el transcurso de la citada operación que ha derivado en la presentación de cargos contra los autores.
Con motivo de infracciones pretendidamente cometidas durante el operativo militar en la Franja de Gaza, se han abierto 150 investigaciones, de las cuales 36 son investigaciones criminales. Con motivo de esas investigaciones se han recolectado no sólo unos 500 testimonios de militares israelíes, sino también unos 100 testimonios de civiles palestinos. Las investigaciones han sido abiertas por iniciativa del Tzahal, de O.N.G.'s y de particulares palestinos.
La información se puede encontrar, en inglés, aquí.
A ello añadámosle la detención, en base a cargos criminales, de extremistas judíos como Yaakov Teitel, o aquellos casos de soldados que han sido juzgados por la vía penal y encarcelados por abusos contra civiles palestinos (aquí, punto 5).
¿No es eso democracia?
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