Resulta que al Gobierno francés se le ha dado por empezar a deportar a mansalva a inmigrantes rumanos y búlgaros en situación ilegal; para colmo de males, las órdenes de expulsión dan prioridad a rumanos y búlgaros de etnia gitana. Ello ha dado lugar a un rifirrafe entre la Comisión Europea y Francia; es más, aquélla amenaza a ésta con llevarla al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El caso es que la luxemburguesa Viviane Reding, Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía de la Unión Europea, ha tenido la idea de comparar implícitamente las deportaciones masivas de gitanos por parte de Francia nada más y nada menos que con las deportaciones de las víctimas del Tercer Reich a los campos de exterminio nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El portugués José Manuel Durão Barroso, Presidente de la Comisión Europea, y quien recientemente emitió una fuerte condena contra el antisemitismo, no ha tardado en sumarse a las críticas de Reding, si bien dejó caer que su analogía no era quizás la más acertada. Angela Merkel, François Fillon y Silvio Berlusconi también han criticado las palabras de Reding, obligándola a retractarse.
Pero eso no es todo. Resulta que Fidel Castro, quien parece no aclararse sobre la maltrecha y abusiva naturaleza de su propia política nacional, ha comparado las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros por parte francesa con el Holocausto.
Tócate los cojones. Veamos, uno puede entender, e incluso compartir, que se critique a las autoridades galas por hacerles a los gitanos lo que les están haciendo, por el mero hecho de ser gitanos; pero con todo el respeto del mundo, hay una gran diferencia entre deportar a la gente a su país de origen dándole dinero, que enviar a millones de personas a un destino que sólo ofrece la retención forzosa, la esclavitud y el exterminio.
Semejante analogía denota una ignorancia histórica de proporciones superlativas, que contribuye, especialmente cuando la realizan una Comisaria europea y un dictador protegido por la corrección política y al menos una parte de la izquierda europea, a relativizar el sufrimiento de las víctimas del nacionalsocialismo; lo que no podría ocurrir en peor momento, habida cuenta del antisemitismo que está carcomiendo a la Vieja Europa desde hace años.
La ignorancia es la tuya y el acierto es de Mme. Reading: el nazismo deportó romas, el colaboracionismo francés deportó judíos, y el 'sarkozysme' deporta romas que, como europeos dentro de la esfera Schlegen, tienen derecho de europeos a establecerse y vivir dentro de Francia. Luego Sarkozy, de ascendencia judía no lo olvidemos, sí recuerda al nazismo. El fallo es que no hemos visto algo así 'desde el nazismo', sino desde las guerras de la ex Yugoslavia, no hace tanto tiempo (menos de 20 años). Por primera vez en la UE, un presidente judío hace en Europa lo que cualquier presidente israelí ha hecho siempre en Palestina: deportar
ResponderEliminarAnónimo, que critique la comparación hecha por Reding no quiere decir que apoye la expulsión francesa de gitanos rumanos y búlgaros.
ResponderEliminarEn lo que se refiere a la comparación misma, te remito a mi texto:
"Tócate los cojones. Veamos, uno puede entender, e incluso compartir, que se critique a las autoridades galas por hacerles a los gitanos lo que les están haciendo, por el mero hecho de ser gitanos; pero con todo el respeto del mundo, hay una gran diferencia entre deportar a la gente a su país de origen dándole dinero, que enviar a millones de personas a un destino que sólo ofrece la retención forzosa, la esclavitud y el exterminio."
Sobre tu último comentario, quizá debieras remontarte atrás en el blog para comprender que las desgracias del pueblo palestino no sólo se deben a Israel, precisamente.
Midtskogen siempre critica con boca pequeña a unos pero grita contra otros. Sin ir más lejos, la conclusión más importante de su entrada, en lugar de ser demostrar que Francia, hoy por hoy, es un país racista como el que más, es sorprendentemente ¡afirmar que Europa sigue siendo antisemita! ¡Pa flipar!
ResponderEliminarKlezmer, lee con atención, por favor:
ResponderEliminar"Tócate los cojones. Veamos, uno puede entender, e incluso compartir, que se critique a las autoridades galas por hacerles a los gitanos lo que les están haciendo, por el mero hecho de ser gitanos;..."
¿Entiendes el uso que aquí se les da a los verbos "entender" y "compartir"?
Sí hombre sí, Midtskogen. Hagamos comentario de texto, a ver si así los cuatro gatos que te leemos y tú lo entendemos mejor: ¿Cuál es la razón, la introducción y la conclusión del texto: el racismo francés o lo anecdótico de la supuesta comparación desacertada? Me reitero pues en lo dicho en mi comentario anterior.
ResponderEliminarY, por cierto, de "situación ilegal" nada. Bulgaria y Rumanía están en Schengen desde hace ya algunos años. Se les expulsa por su condición racial, única y exclusivamente. Aunque queda claro que esto para tí no es una "ida de olla" suficiente para merecer un post y el hecho que la comisaria europea lo compare con el nazismo (por las obvias cuestiones comunes de odio étnico que demonizaron y masacraron a judíos Y TAMBIÉN A GITANOS de Alemania) te haga poner el grito en el cielo.
ResponderEliminarJoder, Klezmer...
ResponderEliminarLa razón de ser del artículo es la absurda analogía de Reding, pues tal analogía relativiza el sufrimiento de las víctimas del Holocausto judío, un sufrimiento mucho mayor que el de los gitanos expulsados de Francia.
Pero eso no quiere decir que no pueda aprovechar para criticar la decisión gala.
Si no me explayo más en ese sentido es porque este es un blog en defensa de Israel y los judíos, no en defensa de los gitanos. Si quieres hacer tú uno, es muy fácil y sólo te lleva unos minutos. Entonces podrás pontificar sobre todo lo que venimos hablando desde hace semanas.