martes, 27 de octubre de 2009

Continúan los ataques de O.N.G.'s contra Israel.

Reporteros Sin Fronteras ha emitido el Índice de Libertad de Prensa por países del año 2009. Israel es uno de los países que más ha descendido en la lista, pues en lo que respecta a la libertad de prensa en su territorio nacional ha pasado del puesto número 46, con 8,83 puntos, al puesto número 93, con 23,75 puntos. En lo referente a la libertad de prensa en los territorios ocupados por Israel, se ha pasado del puesto número 149, con 51,50 puntos, al puesto número 150, con 55,50 puntos. Huelga decir que a mayor puntuación, más se retrocede en la lista.
Vayamos ahora a las razones esgrimidas por esta O.N.G. con sede en París para meterle semejante patada en los huevos a Israel:
1.- Las restricciones sobre la prensa con motivo de la Operación Plomo Fundido, la cual se saldó además con 20 reporteros heridos a manos del Tzahal y otros tres periodistas muertos durante la cobertura del conflicto.
2.- La supuesta aplicación, por parte de las autoridades del Estado judío, de métodos de censura de información en el territorio nacional israelí similares a los empleados en los territorios ocupados.

La crítica señalada en el punto 1 no deja de ser del todo cierta, si bien justo es reconocer que no se da un análisis pormenorizado de las circunstancias bajo las cuales murieron o resultaron heridos esos periodistas. Pero el caso es que la censura israelí en casos de escalamiento del conflicto ha resultado ser perjudicial no sólo para la opinión pública y los medios, sino incluso para el propio Israel. Con motivo de la Batalla de Jenin del año 2002, por ejemplo, se aplicó la censura militar en la zona de combate. Pronto se extendió el rumor de que allí se estaba cometiendo una masacre. Al no permitir los israelíes el acceso de periodistas, los corresponsales no pudieron verificar la autenticidad o la falsedad de esa información, de modo que la mayoría de ellos tuvieron la fantástica idea de denunciar la pretendida masacre.
Pero hubo un periodista que logró colarse en la zona y demostrar que la tan cacareada "masacre" de Jenin no ocurrió. Se trata de Lorenzo Cremonesi, del periódico italiano Il Corriere della Sera. Se desplazó al hospital más cercano a la zona de combate y, en lugar de encontrase con el baño de sangre del que muchos medios internacionales hablaban, se topó con un hospital casi desierto, médicos jugando a las cartas en la sala de urgencias, dos mujeres de parto y un anciano aquejado de una apendicectomía. Se encontró asimismo con 25 heridos leves.
Cremonesi recabó entre ellos testimonios estremecedores de crímenes de guerra cometidos por soldados del Tzahal contra civiles inocentes. Pero al preguntar el reportero italiano por los nombres de los muertos y los lugares en los que se hallaban sus cuerpos, sólo obtuvo respuestas evasivas y confusas.
Finalmente, Cremonesi contó 50 muertos, la mayoría de ellos combatientes. Incluso la O.N.U. estimaría tan sólo 53 palestinos muertos. Se trata en suma de unas cifras que para nada concuerdan con la teoría de la masacre.
Pero, y tal y como señaló Cremonesi en un artículo que escribió para el diario israelí Haaretz, los israelíes cometieron el error de impedir que la prensa entrara en la zona de combate, de forma que se dejaron llevar por el rumor de la masacre. Y un alto oficial israelí, Dan Harel, hizo críticas similares.
Queda claro pues que la censura militar israelí en los territorios ocupados está revestida de un carácter ilícito, y la alta puntuación respectiva que se señala en el informe de Reporteros Sin Fronteras está más que justificada (recuérdese que a mayor puntuación, menos libertad de prensa).
Pero lo que realmente me llama la atención es lo que se recoge sobre la nueva posición de Israel en la lista en lo que respecta a su territorio nacional. Dice el informe que los métodos de censura de la información allí empiezan a parecerse a los que se aplican en los territorios ocupados. Para ello se basan en las detenciones de cinco periodistas y el encarcelamiento de otros tres. Tan sólo se dice que algunos de los cinco casos de detenciones (no se especifica cuántos) se dieron fuera de cualquier marco legal.
Suponiendo que sea cierto, se trata de algo que desde luego está mal, pero de ahí a decir que sólo por esa razón el Estado judío baja del puesto número 46 al número 93 en lo que respecta a la libertad de prensa en su territorio nacional es ridículo, pues se trataría en todo caso de limitaciones ilícitas puntuales al derecho a la información, y no de una política generalizada, como en los casos de Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. Y no pongo estos dos ejemplos por casualidad. Ambas naciones del Golfo Pérsico adelantan a Israel en la lista debido sobre todo al retroceso del Estado judío, ocupando, respectivamente, los puestos número 60 y número 86, con 15,25 y 21,50 puntos.
Está claro que la idea es en sí ridícula. Mientras que las actividades de la prensa israelí y de los corresponsales extranjeros dentro del Estado hebreo se ven protegidas por las leyes de éste, la situación que se da en Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos es totalmente contraria.
En estos últimos, por ejemplo, es necesario que el Ministerio de Información y Cultura otorgue una licencia a una publicación para que ésta pueda operar, y aprueba a su antojo el nombramiento de cada editor. El contenido de la prensa está limitado por las leyes del país, en tanto que comentarios negativos sobre el Islam, el Gobierno, las familias que ostentan el poder en el país o sus ciudadanos (en este último caso, cuando esos comentarios provienen de gente expatriada) se castigan con cárcel. Y si esta regulación con sus correspondientes sanciones casi nunca se aplica, es porque los medios practican la auto-censura. El citado Ministerio revisa información impresa proveniente del extranjero e impone limitaciones en lo que respecta al material considerado pornográfico, excesivamente violento, derogatorio del Islam o contrario a la política exterior del Gobierno.
La auto-censura periodística y los temas tabú que no se tratan son asimismo un problema en Kuwait.
Pero esto no pasa en suelo israelí. Los medios nacionales y extranjeros generalmente pueden tratar allí temas escabrosos para las autoridades sin consecuencias de ningún tipo (los casos señalados por R.S.F. serían en todo caso la excepción y no la regla), y baste como ejemplos no sólo el artículo de Cremonesi arriba enlazado (publicado en un medio israelí y que versa precisamente sobre la censura militar israelí en los territorios ocupados), sino también la cobertura de los problemas legales de altos mandatarios del país como el ex-Primer Ministro Ehud Olmert, el ex-Presidente Moshe Katsav o el ex-Ministro de Justicia Haim Ramon. La prensa también ha tratado libremente temas sensibles para la comunidad judía ultraortodoxa, como los problemas originados por el matrimonio religioso tradicional, la aprobación legal en 2006 de los matrimonios homosexuales contraídos en el extranjero o el derecho de adopción por parte de parejas homosexuales. ¿Sería posible cubrir casos similares en Kuwait o en los Emiratos Árabes Unidos sin consecuencias para la prensa? Evidentemente, no.
Según Freedom House, el único país del sector Oriente Medio-Norte de África considerado libre en lo que respecta a la libertad de prensa fue Israel, en el año 2007.

jueves, 22 de octubre de 2009

Human Rights Watch, objeto de críticas por parte de uno de sus ex-responsables.

Se trata de Robert L. Bernstein. Tal y como se puede leer aquí, y en palabras de Bernstein, H.R.W. critica con más frecuencia a Israel por violaciones de los derechos humanos que a cualquier otro país de la región. Dijo asimismo que Israel sirve de sede a por lo menos 80 organizaciones defensoras de los derechos humanos, prensa libre, un Tribunal Supremo que no tiene reparos a la hora de sentenciar contra un Gobierno democráticamente elegido, múltiples partidos políticos, etcétera. Algo de lo que carecen los países de su entorno (exceptuando quizás a Turquía), sometidos a regímenes brutales y opresores.
Bernstein destaca la pérdida de perspectiva crítica por parte de H.R.W. en lo que respecta al conflicto israelo-palestino y a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah, detrás de las cuales está Irán, que ha llamado al genocidio; todo ello en clara contravención de las leyes internacionales.
"Los líderes de Human Rights Watch saben que Hamas y Hezbollah escogieron hacer la guerra desde áreas densamente pobladas, transformando deliberadamente barrios en campos de batalla. Saben que más y mejores armas está fluyendo tanto a Gaza como al Líbano y están listas para atacar otra vez. Y saben que esta militancia continúa privando a los palestinos de cualquier oportunidad de una vida pacífica y productiva que merecen. Todavía Israel, la repetida víctima de la agresión, encara la mayor parte de las críticas de Human Rights Watch."
Según Bernstein, la toma de decisiones sobre un terreno confuso como la Franja de Gaza constituye una dificultad añadida a la hora de juzgar si se han cometido o no crímenes de guerra, especialmente cuando la información recogida sobre la sucesión de hechos con motivo de una investigación posterior está basada muchas veces en testimonios políticamente motivados o sujetos al terrorismo de Hamas. Añade el ex-responsable de H.R.W. que un error cometido con motivo de una acción enfocada a la autodefensa no puede ser confundido con un mal cometido intencionalmente.
"Sólo retornando a su misión fundadora y al espíritu de humildad que la animó puede Human Rights Watch resucitarse a sí misma como una fuerza moral en Oriente Medio y por todo el mundo. Si falla al respecto, su credibilidad será seriamente dañada y su importante papel en el mundo disminuirá significativamente."

domingo, 18 de octubre de 2009

Lo que no se dice de Israel: ayuda humanitaria y al desarrollo (I).

La Mashav (Agencia para la Cooperación Internacional en el Desarrollo) es un organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Israel. Su función es colaborar con las autoridades de otros países con la intención de proveerlos de infraestructuras esenciales, así como enviar ayuda humanitaria a zonas asoladas por desastres naturales, hambrunas y otras catástrofes humanitarias.
Es un organismo gubernamental israelí del que apenas se habla, porque a los medios de comunicación españoles sólo les interesa Israel cuando éste es acusado de crímenes contra la Humanidad. Es como si se olvidara que Israel es algo más que un país en guerra.
Esta es una lista de actividades humanitarias llevadas a cabo por la Mashav en los últimos años:
1.- Tiendas de campaña, mantas, medicamentos y alimentos para bebés enviados a Burkina-Fasso con motivo de las inundaciones que actualmente sufre el país africano.
2.- Equipamiento médico (antibióticos, vendas, guantes de látex, etc.) enviado a Tbilisi, la capital de la república caucásica ex-soviética de Georgia, con motivo del terremoto padecido por la ciudad en 2002.
3.- Bombas eléctricas (de bombeo de agua), comida para bebés, mantas, sacos de arena y materiales de sellado enviados a Praga, la capital checa, con motivo de las inundaciones padecidas por esta bella ciudad centro-europea.
4.- Equipamiento médico (incluyendo más de 54.130 kits de primeros auxilios) enviado a Dodoma, Tanzania, con motivo del accidente de tren que costó allí más de 200 vidas y un cuantioso número de heridos.
5.- Equipamiento médico enviado a hospitales de Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, así como dos médicos y dos toneladas y media de medicinas a Goma, en la región de Kivu, con motivo de la erupción del volcán Nyiragongo en enero de 2002.

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Cuál sería el resultado de boicotear los productos israelíes?

Jean-Claude Fernand Willem, siendo alcalde del municipio francés de Seclin, llamó al boicot de los productos israelíes en su municipio. La comunidad judía del lugar interpuso una demanda que sirvió para que la fiscalía lo acusara de provocar a la discriminación fundada en razones de nacionalidad, raza o religión. Inicialmente fue absuelto, pero un recurso se saldó con una sentencia en su contra consistente en el pago de una multa de 1.000 €. El político recurrió infructuosamente, y el asunto llegó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, urbe ubicada en el histórico territorio de Alsacia-Lorena (hoy en Francia).
Willem siempre dijo que se vulneró su derecho a expresarse libremente. Pero, tal y como había establecido la justicia gala, y de acuerdo esta vez con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos del Consejo de Europa por 6 votos contra 1, Willem cometió en efecto un acto punible. La libertad de expresión es un derecho que, como cualquier otro, presenta algunas limitaciones. Willem no fue condenado ni mucho menos por sus ideas políticas, sino por intentar ejercer un claro acto de discriminación basado en el origen nacional de la parte ofendida. El Tribunal del areópago transnacional europeo estableció además que el decreto de un embargo de este calibre correspondería en todo caso a las autoridades gubernamentales francesas, siendo él un simple alcalde que poco o nada tiene que decir al respecto, y que la sentencia aplicada contra él (1.000 € de multa) se había quedado corta.
Huelga decir que la incitación a la discriminación por razones de nacionalidad constituye un delito también en España, de acuerdo con el Código Penal, Libro II, Título XXI, Capítulo IV, Sección Primera, artículo 510, apartado 1.
Pero vayamos más allá de la afortunada y, dicho sea de paso, desapercibida (al menos aquí en España) sentencia del Tribunal arriba referida y enlazada. Imaginemos por un momento qué conseguiríamos en el caso de haber aplicado en la práctica un boicot total a nivel internacional contra los productos israelíes desde que la nación judía se erigió en un Estado pretendidamente usurpador.
Esta es una lista de productos o partes de productos creados, inventados o fabricados en Israel o por ciudadanos israelíes, o derivados de ideas provenientes de este país, materializadas en el Estado judío y exportadas a o copiadas en terceros países, o ideas e invenciones de ciudadanos israelíes o financiadas por ciudadanos israelíes en cualquier parte del mundo, de los que hubiésemos carecido y hoy careceríamos en España y otros lugares del Globo en caso de sacar o haber sacado adelante el tan cacareado boicot, y que son indispensables en la vida cotidiana en diversos campos:
1.- Microprocesadores y microchips de la marca Intel.
2.- Sistemas operativos Windows NT, Windows XP y Windows Vista.
3.- La última versión de Microsoft Office.
4.- Sistemas de protección antivirus de equipos informáticos.
5.- Teléfonos móviles y chips para cámaras de teléfonos móviles.
6.- Voicemail, ICQ y otros sistemas de mensajería instantánea.
7.- Los modernos sistemas de irrigación por goteo.
8.- Coches híbridos o que funcionan con energía eléctrica, y paneles solares.
9.- Sistemas de descontaminación de piscifactorías.
10.- Sistemas de alerta en caso de tsunami.
11.- Gran variedad de modelos de armas, sistemas de armas y demás tipos de equipamiento militar.
12.- Sistema informático de prescripción correcta, eficaz y segura de medicamentos.
13.- Cápsula endoscópica PillCam y similares, para la exploración del tracto digestivo.
14.- Sistema Babysense II, que detecta precozmente casos potenciales de muerte súbita infantil.
15.- El Copaxone, medicamento para el tratamiento de las recaídas en pacientes de esclerosis múltiple.
16.- Rasagiline, para el tratamiento del Parkinson.
17.- Venlafaxine, ansiolítico y antidepresivo.
18.- Salbutamol, para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
19.- T-Scan 2000ED, aparato de detección precoz del cáncer de mama, no invasivo y libre de la emisión de radiación.
20.- Ayuda humanitaria israelí en escenarios como Kosovo, Etiopía, Nueva Orleans y otros muchos, que han padecido guerras, desastres naturales y hambrunas.
21.- Cualquier diamante sometido al proceso Kimberley, el cual garantiza que el diamante en cuestión no procede de países en conflicto, y que fue ratificado por Israel.
22.- Etc.

Resumiendo: sistemas informáticos y de comunicación, tecnología preventiva de desastres naturales, ayuda humanitaria, medicamentos, sistemas de irrigación, aparatos de detección de cáncer de mama, aparatos de prevención de muerte súbita infantil,... El boicot antiisraelí global nos haría prescindir de todo eso y más. No en vano, Israel es uno de los países que más invierte en investigación, desarrollo e innovación, uno de los que cuenta con una mayor proporción de titulados universitarios per capita en el campo de las ciencias y las tecnologías, así como uno de los que cada año presenta al mercado un mayor número de patentes. Muchos de los productos e inventos israelíes o diseñados por israelíes han salvado, salvan y salvarán ingentes cantidades de vidas humanas. Y hay gente que quiere boicotear a este país, que quiere cargarse todo eso. Y entretanto, toda esa gente se olvida de conflictos mucho más importantes que el israelo-palestino en tanto que generan muchas más pérdidas humanas, y sin embargo, esa masa vociferante no llama al boicot internacional de los productos provenientes de los países implicados en ellos.
Para citar al árabe Sari Nusseibeh, activista por la paz, profesor de filosofía y Presidente de la Universidad de al-Quds:
"Nuestra posición está basada en la creencia de que es a través de la cooperación basada en el respeto mutuo, más que a través de boicots y discriminación, que nuestras metas comunes pueden ser alcanzadas."

lunes, 5 de octubre de 2009

Gilad Shalit, el rehén de Hamas.

El domingo 25 de junio de 2006, por la mañana temprano, terroristas palestinos se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza a través de un túnel subterráneo. Se desplazaron entonces hasta un puesto militar cerca del kibbutz Kerem Shalom. Allí mataron a dos soldados israelíes y secuestraron a un tercero, llamado Gilad Shalit. El secuestro perdura desde entonces, habiéndose procedido a una serie de, hasta ahora, fallidas negociaciones con la intención de liberarlo o de obtener información sobre él.
Los defensores de la causa palestina afirman que la captura de Shalit es un acto legítimo, pues dicen que es una respuesta a la ocupación y a los no pocos presos palestinos en cárceles y centros de detención israelíes. Ello no obstante, las circunstancias del suceso nos dicen que su captura es ilegítima.
Hamas es un grupo terrorista, cuyas acciones son, pues, de naturaleza ilícita. Con secuestros como los de Gilad Shalit, Nachshon Mordechai Wachsman, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, los grupos terroristas de la región, como Hamas y Hezbollah, pretenden precisamente eso, generar terror, sensación de inseguridad y de vulnerabilidad. Saben perfectamente que la sociedad israelí está muy unida al Tzahal, y que le afectará lo que le ocurra a sus soldados. Además, el secuestro de soldados no es algo que al israelí de a pie le resulte en absoluto ajeno. El servicio en el Tzahal (o en su defecto en la Magav) es obligatorio en Israel tanto para hombres como para mujeres (salvo excepciones), tras el cual pasan a la reserva, salvo que hagan carrera militar. Una vez al año, durante un mes, cada reservista es reactivado. Y en caso de escalamiento del conflicto, el Tzahal puede reactivar a los reservistas durante períodos de tiempo excepcionales.
Así pues, cuando un grupo terrorista como los arriba mencionados secuestra o mata a un soldado, el israelí de a pie sabe que él, o cualquier ser querido suyo, puede ser el siguiente, bien durante los 3 años del servicio militar obligatorio (2 años para las mujeres), bien durante la reactivación anual de un mes como reservista. Es francamente desmoralizador.
Pero peor es todavía lo que se hace después. Hamas y compañía, tras secuestrar a un soldado, y conscientes del dolor que se cierne sobre la sociedad israelí ante este tipo de eventos, comunican a las autoridades hebreas que liberarán al soldado, pero sólo a cambio de la liberación de prisioneros. Se trata efectivamente de un acto de chantaje, de extorsión. Y lo peor es que muchos de los presos reclamados por los grupos terroristas a cambio del soldado judío secuestrado se cuentan entre aquellos que tienen las manos manchadas de sangre. Quizás el mejor ejemplo sea el de Samir Quntar, un druso libanés que participó en una operación terrorista en el norte de Israel a cargo del Frente de Liberación de Palestina.
El 22 de abril de 1979, Quntar (de 16 años) y otros tres terroristas entraron en Israel por mar desde el Líbano, llegando a Nahariya. Asustaron a los moradores de una casa para que éstos llamaran a la policía y, tal y como se había planificado previamente, asesinaron a un agente. Éste era Eliyahu Shahar, de 24 años.
Después entraron en el número 61 de la calle Jabotinsky y retuvieron a Danny Haran, padre de familia, de 32 años, y a su hija Einat, de 4. Su mujer, Smadar, logró esconderse con su hija Yael, de 2 años, y con la esposa de Moshe Sasson, un vecino que había logrado escapar por los pelos con sus dos hijas. Tratando de evitar que emitiera sonido alguno que llamara la atención de los terroristas, Smadar asfixió accidentalmente a su hija Yael.
Entretanto, uno de los terroristas había sido tiroteado hasta la muerte por uno de los vecinos.
Después, Quntar y los suyos se llevaron a Danny Haran y a su hija Einat hasta la playa en la que habían dejado la embarcación en la que habían llegado. Allí se desencadenó un tiroteo entre los terroristas y las fuerzas de seguridad israelíes. Al no poder escapar, y de acuerdo con lo establecido por pruebas periciales y testigos presenciales, Quntar disparó en la espalda a Danny Haran y lo ahogó delante de su hija Einat, para luego asesinar a ésta aplastándole el cráneo contra las rocas de la playa utilizando su rifle.
A resultas del tiroteo, uno de los terroristas murió, siendo los dos miembros restantes del comando, entre ellos Quntar, capturados.
Quntar disfrutó de los derechos que se le niegan a Shalit, y que en su día se le negaron a Wachsman, Goldwasser y Regev. Mientras que estos tres últimos fueron asesinados y el primero sigue retenido como rehén, Quntar fue sometido a un juicio justo con todas las garantías judiciales propias de un Estado democrático y de derecho como es Israel. En 1980 fue declarado culpable y condenado a varias cadenas perpetuas. En la cárcel se le permitió casarse con una ciudadana árabe de Israel, una activista que aboga por los derechos de los presos por terrorismo. Además, se le permitió obtener un título en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Abierta de Israel, un centro a distancia. Finalmente, fue liberado junto a otros terroristas (vivos algunos, muertos la mayoría), para poder recuperar los cuerpos sin vida de Goldwasser y Regev.
La sociedad israelí ve, pues, cómo hace falta liberar a terroristas con las manos manchadas de sangre, quienes muchas veces, como Quntar, juran que continuarán con sus actividades terroristas, no ya sólo para liberar a sus soldados, sino para obtener información sobre su situación. Y eso convierte a soldados como Gilad Shalit en rehenes, no en prisioneros de guerra. Y tomar rehenes no es ya sólo terrorismo, sino un crimen de guerra, de acuerdo con el Estatuto de Roma.

sábado, 3 de octubre de 2009

El terrorismo palestino y los niños de Hamas (I).

Continuamente se dice y se escribe a diestro y siniestro que la ocupación y las operaciones militares israelíes son los principales provocadores del terrorismo palestino; un ejemplo ya lo di (y rebatí) aquí (punto 3). Se pone a los terroristas suicidas o a aquellos que se dedican sistemáticamente a lanzar cohetes y obuses de mortero como gente desesperada por los abusos que pretendidamente conllevan la ocupación y los bombardeos. Pero esa no es la realidad.
Para empezar, y tal y como dije en respuesta al artículo de Eduardo Galeano, así como aquí (pregunta 1), el terrorismo árabe palestino es histórica y cronológicamente anterior a la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza. Ésta tuvo lugar con motivo de la Guerra de los Seis Días, librada entre el lunes 5 y el sábado 10 de junio de 1967. Pero ya antes había un terrorismo palestino. Así por ejemplo, el 1 de enero de 1952, siete terroristas armados entraron en una casa del barrio Beit Yisra'el, en Jerusalén, y asesinaron a una chica de 19 años, quien estaba sola y desarmada.
La facción al-Fatah, ahora considerada moderada, ejerció también el terrorismo. Su primera acción armada tuvo lugar la nochevieja de 1964 a 1965, esto es, dos años y medio antes de la ocupación; fracasaron (su intención era volar una estación de abastecimiento utilizada para transportar agua de Galilea al desierto del Negev).
Y lo que es más: el terrorismo palestino se remonta a la época anterior a la existencia misma del moderno Estado de Israel. No hizo falta que los judíos accedieran a la estatalidad en Eretz Yisra'el para padecer el terrorismo de los árabes palestinos. Una de las atrocidades más conocidas de las que tuvieron lugar durante el Mandato Británico de Palestina ocurrió del 23 al 24 de agosto de 1929, cuando un pogrom árabe se cobró 67 vidas judías en Hebrón.
Aquí y aquí hay más ejemplos de actos terroristas anteriores a la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza.
¿Qué es lo que hace, pues, que un árabe (palestino o no) cometa un acto terrorista contra ciudadanos judíos y/o israelíes? Pues es muy sencillo: la educación. A los niños árabes se les enseña desde bien pequeños que deben odiar a Israel y a los judíos. Y se les enseña en casa. En palabras de la actriz siria Amal 'Arafa: "... lo hemos mamado con la leche de nuestras madres... y lo pasaremos hacia abajo por muchas generaciones."
Y lo que es más: el adoctrinamiento ideológico se da también en escuelas islámicas. En el caso de las escuelas administradas por Hamas en la Franja de Gaza, los niños reciben incluso un entrenamiento paramilitar.
Ni qué decir tiene que los medios de comunicación son muy utilizados en el mundo árabe para coartar las mentes de los niños. Un buen ejemplo es el de la cadena Al-Aqsa TV, administrada por Hamas en la Franja de Gaza. En uno de sus programas, un actor disfrazado de un personaje sospechosamente parecido a Mickey Mouse incita constantemente al odio antisemita y a la Yihad contra los judíos, Israel y Occidente, ensalzándose la figura del mártir. Es incluso frecuente, tal y como dijo Fathi Hamad, miembro del Consejo Legislativo Palestino de Hamas, usarlos como escudos humanos bajo el lema "Nosotros deseamos la Muerte, como vosotros deseáis la Vida."
Esto es lo que se les enseña a los niños palestinos, y por eso, y no por la ocupación y las operaciones militares israelíes, hay terrorismo palestino; aunque por fortuna aún quedan algunas mentes lúcidas, lo cual demuestra que el haber recibido esa educación no es excusa para proceder a esa actitud criminal basada en el islamismo más nauseabundo y radical.